De una vida de sangre y horrores, a una vida de savia y fantasía
Soy Juan Miguel, podéis llamarme JuanMi, tengo 24 años y vivo en un pequeño pueblo llamado Pliego, sito en la Región de Murcia (España). Me dedico desde muy pequeño a la agricultura y hace dos años empecé a estudiar Bioquímica.
Mis aficiones son, de mayor tiempo empleado a menor: la lectura, la música (toco el bombardino desde los 10 años), las tertulias con los amigos acompañadas con un buen té verde, la lectura, el montañismo (excursionismo, camping y senderismo; sobretodo), la jardinería y la fotografía, aunque ésta última debo de mostrarle más atención.
Y finalmente la llegada a este foro, fue por cuestiones morales e ideológicas, más que nutritivas y alimentarias. Hasta hace poco era yo el típico que comía en cadenas de Fast Food, kebaps, barbacoas y no dejaba pasar un día sin comer carne. :golpes:
Cuando comencé a dejar de fumar, mi cabecica empezó a dar más vueltas y un día que tenía que sacrificar un conejo para la paella mi conciencia no me dejó matarlo (habiéndolo hecho muchas veces a lo largo de mi vida) y tuve que soltarlo. Lo mató otra persona, pero a partir de esa paella la carne ya no me supo tan sabrosa como antes.
Y ahora se me presenta un gran dilema: en casa me acompañan 7 gatos y una perrica ¿Que les doy ahora de comer si no como carne y no puedo darles los restos de la comida? Y también tengo un corral con una veintena de gallos y gallinas y una treintena de conejos ¿Qué hago con ellos? Puedo seguir alimentándolos con la leña que traigo para la estufa y los restos vegetales, pero ¿Después qué?
Bueno, quiero ser ameno. Espero ser de vuestro agrado.
Un saludo.
