Las denuncias de los granjeros destapan el fenómeno del "veganismo" en Argentina
Las denuncias de los granjeros destapan el fenómeno del "veganismo" en Argentina
Buenos Aires.- Los criadores de animales de granja y los peleteros de Argentina han puesto el grito en el cielo por lo que consideran una ola de ataques de "veganos", vegetarianos estrictos que luchan contra el trato atroz a los "animales no-humanos".
Su última aparición fue hace un mes en la elegante calle Florida, en el centro de Buenos Aires, donde hicieron pintadas y vociferaron consignas en contra de los negocios de venta de artículos de cuero y pieles, que por estos días atraen a decenas de turistas.
Pero hubo otras acciones más directas, como dejar en libertad a las gallinas y conejos en granjas, la quema de un criadero de chinchillas o "ataques" a tiendas de mascotas.
"Se trata de grupos de adolescentes fanáticos, con trastornos psicológicos, agresivos y frustrados", dijo a Efe el titular de la Asociación de Criadores de Chinchillas, Héctor Aleandri, que lidera la cruzada contra quienes considera "terroristas ecológicos".
En el extremo opuesto, grupos como el "Frente de Liberación Animal" o la "Federación Libertaria Argentina" dicen que los verdaderos terroristas son los que siembran el terror en los animales.
Aleandri denuncia desde su sitio web las "calamidades" del accionar "vegano", que -asegura- llega en otros países a extremos como la liberación de un caracol de tierra o el envío de cartas-bomba a laboratorios que experimentan con ratas.
Los "veganos" también libran su propia batalla en internet, donde exhiben imágenes espeluznantes del trato cruel que el hombre puede llegar a dar a los animales y explican su filosofía de vida.
Además de no consumir carne, huevos, lácteos, miel ni drogas derivadas de laboratorios que investigan con animales, tampoco comen vegetales expuestos a abonos de origen animal, ni usan tejidos de lana, seda natural, cueros ni pieles.
Según explicaron a Efe integrantes del movimiento, esta filosofía pone en rango de igualdad a animales "humanos y no-humanos", por lo que aborrecen los zoológicos, las carreras de caballos, los circos con animales y cualquier otra forma de "esclavitud".
En Argentina, sus militantes son en su mayoría jóvenes menores de 30 años y pertenecientes a vertientes muy diversas, desde anarquistas hasta "hare krishnas".
Eso explica la divergencias de opinión sobre las llamadas "acciones directas" que buscan terminar con el "sufrimiento animal".
De hecho, al indagar en el "veganismo" se descubre una primera división, entre los "bienestaristas", aquellos que bregan por el trato ético hacia los animales, y los "abolicionistas", que no admiten ningún tipo de utilización o sometimiento de los animales.
"El vegetarianismo es una forma de vida no violenta basada en el respeto a la vida. Sólo estamos a favor de las acciones legales, expresarse en el marco de la ley", dijo a Efe Manuel Alfredo Martí, de la Unión Vegetariana Argentina.
La agrupación Anima Naturalis también ha optado por formas "legales" de protesta, como una campaña que acaba de lanzar en Argentina contra del uso de pieles, pero para los partidarios de las "acciones directas" estas iniciativas son un fiasco.
"Los bienestaristas promueven un lento cambio en las condiciones en que se cría, mata y explota a los animales. Eso es una hipocresía pues, si hablamos de vidas, es necesaria y urgente una acción directa contra las injusticias que se ciernen sobre los animales inocentes", señaló Jill a Efe.
Esta joven es consciente de que su postura les margina, pero defiende un cambio de conciencia sobre los hábitos que "afectan no solo a los demás animales, sino también al propio ser humano y la Tierra".
"La gente cree que somos unos pocos, pero somos muchos, activos, alertas y presentes en nuestra causa. El movimiento vegano recién empieza. No vamos a parar hasta que todas las jaulas estén vacías y sean destruidas. No olvidamos nuestra condición animal y por eso respetamos a los demás hermanos animales", explica Jill.
Aleandri pide que se apliquen leyes "antidiscriminación", ya que considera que los granjeros y peleteros son discriminados por el solo hecho de trabajar con animales.
"Es difícil liberar animales acá, te esperan con una escopeta", dijo a Efe un vegano que prefirió no identificarse, al igual que muchos de sus colegas que se muestran en internet encapuchados.
Ariel Rodríguez Bosio, "shifu" (maestro) de Kung Fu y director de la escuela de artes marciales "Dragones Ecologistas", ha elegido la "veganización progresiva de la cultura" y, aunque no participa en acciones directas, las comprende.
http://www.soitu.es/soitu/2008/06/15...12_167558.html