Lxs primerxs punkis decidían vestirse así no sólo por vestir como querían, si no para denunciar que ellxs no querían entrar en su sociedad. No pedían respeto para su vestimenta, para su modo de vida. No lo necesitaban. Ellxs no querían trabajar en un starbucks, ni ser aceptadxs por una sociedad en la que se posicionaban en contra. Esa idea me gusta. Tatuarme en la cara lleva unas consecuencias que se descubren al hacerlo y unas consecuencias evidentes que las sabes mucho antes de tatuarte la cara. Es evidente que, en españa, quitando dos o tres sitios en dos o tres ciudades, no trabajarás cara al público en ningún lado y no trabajarás ni siquiera sin dar la cara si no pasas unos "mínimos" en estandarización. Yo creo que con eso ya cuentas, no? Es decir, a cada acción habría que añadirle una responsabilidad. Tanto de la persona que no contrata a un jevy para vender pan como el del jevy que no es capaz de ver la sociedad en la que está metido. Hasta qué punto quieres entrar y hasta qué punto es importante -y por qué- dilatarte la nariz o hacerte cresta y hasta qué punto es importante conseguir X trabajo. Está claro que si unx es un profesional buenx, la pinta es lo de menos, pero el capitalismo exige un/a trabajador/a medix, en una sociedad media, con un comportamiento medio.
Mentalmente también ocurre y a nadie le sorprende. Vete a un trabajo diciendo que eres anarcosindicalista, o cualquier cosa que se suponga fuera de la normalidad, a ver qué resultados tienes. Nadie va a buscar trabajo con una camiseta de Bakunin, con un libro de Malatesta, como no va en chandal o con un porro en la mano. Hay unas "normas" previas que sabes que están ahí. El problema es darse cuenta sólo cuando te toca a tí directamente o sorprenderse de que no te han cogido en el starbucks yendo de gótico con plataformas.
La culpa, como siempre, la tienen todxs. Quien traga y quien hace tragar.
Buho Nocturno: "¿Qué le ha pasado a América? ¿Qué ha sido del sueño americano?"
El Comediante: "Que se ha hecho realidad. Ahora mismo lo estás viendo." Malditas elecciones...
Claro que sí. Los empleados son la imagen viva de la empresa.