A mí tampoco me parece mal el simil, porque no lo usó de forma machista ya que él no piensa eso. Lo usó como reducción al absurdo del "argumento" del otro y me parece una comparación de lo más acertada.
Lo del café, pues bueno, todos perdemos los nervios en alguna ocasión, pero hay que tratar de que no nos saquen de quicio hasta que perdamos los estribos así, porque entonces ellos ganan.