margaly
26-ago-2008, 11:57
Receta de patatas asadas con salsa de pimiento del piquillo
Apto para veg*anos
Categoria: Entrantes y aperitivos
Ingredientes (4 personas)
4 patatas medianas.
50 gramos de cebolla.
1 pimiento rojo.
1 diente de ajo.
Salsa de pimientos piquillos:
100 gramos de cebolla roja.
2 dientes de ajo.
250 gramos de pimientos del piquillo en conserva asados.
½ litro de salsa de tomate casera.
6 cucharadas de aceite de oliva.
1 o 2 cucharadas pequeñas de azúcar.
Sal.
Cómo se elabora:
Asamos las patatas con piel, envueltas en papel de aluminio y dentro del horno a 200ºC durante 40 minutos.
Sacamos del papel y troceamos las patatas en lonchas.
Hacemos un sofrito con la cebolla, el ajo y el pimiento rojo, todo troceado en cuadraditos y cocinado en una sartén a fuego medio con unas cucharadas de aceite de oliva.
Cuando el sofrito está cocinado, escurrimos en un colador para quitar el exceso de aceite y repartimos este refrito por encima de las patatas.
Acompañamos las patatas con la salsa de pimiento del piquillo.
Salsa de pimientos del piquillo:
Salteamos en una sartén con aceite caliente la cebolla con el ajo cortado en láminas. Una vez cocinados, agregamos los pimientos del piquillo, durante unos 5 minutos.
A continuación, añadimos la salsa de tomate casera y dejamos que el conjunto se cocine a fuego suave durante 10 minutos.
Finalmente, trituramos con la batidora hasta conseguir una crema fina y homogénea. Ponemos a punto de sal y azúcar y servimos con las patatas asadas.
Comentario dietético
El alimento protagonista de esta receta es la patata. Dado su interesante contenido en nutrientes energéticos como el almidón (carbohidrato), la patata cocinada de esta manera puede servir como entrante o como sabrosa guarnición. La ventaja del cocinado al horno es que no aumentan las calorías del alimento, todo lo contrario a si la patata estuviera frita. El acompañamiento de salsa de tomate aporta más colorido, sabor y más valor nutricional al plato, dada la riqueza en antioxidantes, vitaminas, minerales y fibra de estas hortalizas. No obstante, la salsa puede resultar fuerte para los estómagos más delicados, y en este caso, prescindirán de ella o se servirán muy poca cantidad, tan solo para saborizar la patata asada.
http://static.consumer.es/www/imgs/recetas/1/100554_g.jpg
http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/recetas/2008/08/22/179480.php
Apto para veg*anos
Categoria: Entrantes y aperitivos
Ingredientes (4 personas)
4 patatas medianas.
50 gramos de cebolla.
1 pimiento rojo.
1 diente de ajo.
Salsa de pimientos piquillos:
100 gramos de cebolla roja.
2 dientes de ajo.
250 gramos de pimientos del piquillo en conserva asados.
½ litro de salsa de tomate casera.
6 cucharadas de aceite de oliva.
1 o 2 cucharadas pequeñas de azúcar.
Sal.
Cómo se elabora:
Asamos las patatas con piel, envueltas en papel de aluminio y dentro del horno a 200ºC durante 40 minutos.
Sacamos del papel y troceamos las patatas en lonchas.
Hacemos un sofrito con la cebolla, el ajo y el pimiento rojo, todo troceado en cuadraditos y cocinado en una sartén a fuego medio con unas cucharadas de aceite de oliva.
Cuando el sofrito está cocinado, escurrimos en un colador para quitar el exceso de aceite y repartimos este refrito por encima de las patatas.
Acompañamos las patatas con la salsa de pimiento del piquillo.
Salsa de pimientos del piquillo:
Salteamos en una sartén con aceite caliente la cebolla con el ajo cortado en láminas. Una vez cocinados, agregamos los pimientos del piquillo, durante unos 5 minutos.
A continuación, añadimos la salsa de tomate casera y dejamos que el conjunto se cocine a fuego suave durante 10 minutos.
Finalmente, trituramos con la batidora hasta conseguir una crema fina y homogénea. Ponemos a punto de sal y azúcar y servimos con las patatas asadas.
Comentario dietético
El alimento protagonista de esta receta es la patata. Dado su interesante contenido en nutrientes energéticos como el almidón (carbohidrato), la patata cocinada de esta manera puede servir como entrante o como sabrosa guarnición. La ventaja del cocinado al horno es que no aumentan las calorías del alimento, todo lo contrario a si la patata estuviera frita. El acompañamiento de salsa de tomate aporta más colorido, sabor y más valor nutricional al plato, dada la riqueza en antioxidantes, vitaminas, minerales y fibra de estas hortalizas. No obstante, la salsa puede resultar fuerte para los estómagos más delicados, y en este caso, prescindirán de ella o se servirán muy poca cantidad, tan solo para saborizar la patata asada.
http://static.consumer.es/www/imgs/recetas/1/100554_g.jpg
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