Cotorra
06-mar-2012, 11:20
Sannah Kvist tiene 25 años y estudió Fotografía en la Universidad de Gotemburgo (Suecia). Desde hace unos años trabaja como freelance e intenta ganarse la vida haciendo lo que sabe.
El año pasado inició el proyecto All I Own (Todo lo que tengo), un intento de documentar fotográficamente a su generación, los jóvenes nacidos en la década de los ochenta que ahora tienen entre 23 y 32 años. El objetivo era demostrar mediante imágenes los efectos de la recesión económica en el modo de vida y los hábitos de consumo.
En sus cuartos y rodeados de sus cosas
"Me di cuenta de que somos la primera generación, al menos en Suecia, que ha crecido en peores condiciones sociales y económicas que la de su padres", dice Kvist, que ha reunido un mosaico de chicos y chicas a los que fotografió en sus cuartos y rodeados de todos los bienes materiales que les pertenecen.
Lo que demuestran las fotos es que los jóvenes nacidos en los ochenta viven con poco. Las cajas de cartón, presentes en casi todos los retratos, también indican que la movilidad y el cambio de domicilio son frecuentes y condicionan la forma de vida. No son ascetas, pero tienen poco más que lo necesario.
"Hemos crecido con una nueva idea del individualismo y se nos ha descrito como extremadamente egoístas y materialistas, mucho más que las generaciones anteriores. No tengo nada que decir sobre estas críticas, pero creo que han sido demasiado fieras", añade Kvist.
La fotógrafa pidió a cada uno de los retratados que apilasen a su libre albredío ("formando una pared, una especie de escultura o como quisiese cada uno") todos los objetos que han acumulado en su vida como personas emancipadas. Luego les mandó posar y, en sesiones que duraron entre dos y cinco horas ("con pausas para el café, por supuesto"), hizo los retratos.
El escenario era siempre el dormitorio de los modelos, entre otras cosas porque ninguno de ellos tiene un salón, sino que viven en habitaciones de pisos compartidos.
La compra compulsiva no ha calado
Kvist, que tomó el proyecto como una forma de explorarse a sí misma, piensa que la compra compulsiva como forma de afirmación personal no ha calado entre su colegas de generación.
"Cuando empecé a trabajar me di cuenta de que ninguno de nosotros tiene una hipoteca o un contrato de alquiler a largo plazo. Casi todos vivimos en subarriendos de corta duración y estamos acostumbrados a movernos por la ciudad con nuestras cajas de cartón a cuestas. Mudarse cada seis meses se ha convertido en la norma entre la gente de mi edad".
All I Own comenzó siendo un proyecto documental sobre los bienes más queridos o apreciados por personas de una franja de edad determinada, pero Kvist se encontró con que casi todos sus modelos estaban tan cansados de mudarse una vez y otra y arrastrar objetos que preferían regalar o ceder sus bienes y quedarse solamente con lo estrictamente necesario.
"Algunos están más orgullosos de algunas posesiones materiales que de otras, pero cuando les pedía que colocasen los objetos de modo que los más importantes apareciesen en primer plano empezaban a mostrar lo realmente importante, lo que demuestra quiénes son como personas y qué objetivos tienen en la vida".
El año pasado inició el proyecto All I Own (Todo lo que tengo), un intento de documentar fotográficamente a su generación, los jóvenes nacidos en la década de los ochenta que ahora tienen entre 23 y 32 años. El objetivo era demostrar mediante imágenes los efectos de la recesión económica en el modo de vida y los hábitos de consumo.
En sus cuartos y rodeados de sus cosas
"Me di cuenta de que somos la primera generación, al menos en Suecia, que ha crecido en peores condiciones sociales y económicas que la de su padres", dice Kvist, que ha reunido un mosaico de chicos y chicas a los que fotografió en sus cuartos y rodeados de todos los bienes materiales que les pertenecen.
Lo que demuestran las fotos es que los jóvenes nacidos en los ochenta viven con poco. Las cajas de cartón, presentes en casi todos los retratos, también indican que la movilidad y el cambio de domicilio son frecuentes y condicionan la forma de vida. No son ascetas, pero tienen poco más que lo necesario.
"Hemos crecido con una nueva idea del individualismo y se nos ha descrito como extremadamente egoístas y materialistas, mucho más que las generaciones anteriores. No tengo nada que decir sobre estas críticas, pero creo que han sido demasiado fieras", añade Kvist.
La fotógrafa pidió a cada uno de los retratados que apilasen a su libre albredío ("formando una pared, una especie de escultura o como quisiese cada uno") todos los objetos que han acumulado en su vida como personas emancipadas. Luego les mandó posar y, en sesiones que duraron entre dos y cinco horas ("con pausas para el café, por supuesto"), hizo los retratos.
El escenario era siempre el dormitorio de los modelos, entre otras cosas porque ninguno de ellos tiene un salón, sino que viven en habitaciones de pisos compartidos.
La compra compulsiva no ha calado
Kvist, que tomó el proyecto como una forma de explorarse a sí misma, piensa que la compra compulsiva como forma de afirmación personal no ha calado entre su colegas de generación.
"Cuando empecé a trabajar me di cuenta de que ninguno de nosotros tiene una hipoteca o un contrato de alquiler a largo plazo. Casi todos vivimos en subarriendos de corta duración y estamos acostumbrados a movernos por la ciudad con nuestras cajas de cartón a cuestas. Mudarse cada seis meses se ha convertido en la norma entre la gente de mi edad".
All I Own comenzó siendo un proyecto documental sobre los bienes más queridos o apreciados por personas de una franja de edad determinada, pero Kvist se encontró con que casi todos sus modelos estaban tan cansados de mudarse una vez y otra y arrastrar objetos que preferían regalar o ceder sus bienes y quedarse solamente con lo estrictamente necesario.
"Algunos están más orgullosos de algunas posesiones materiales que de otras, pero cuando les pedía que colocasen los objetos de modo que los más importantes apareciesen en primer plano empezaban a mostrar lo realmente importante, lo que demuestra quiénes son como personas y qué objetivos tienen en la vida".