lolauriss
10-feb-2008, 18:46
Aunque sea increíble para mi el cambio de mi vida empezó a los 17 años cuando me leí el primer libro de Ami ... el niño de las estrellas ... según yo ese libro aunque se diga que es para niños, ellos no entienden el significa que tiene ...
En fin con él entendí el daño que hay en el mundo y comenzó a nacer mi necesidad por conocer las cosas buenas, y por ellos también llegue a querer hacerme vegetariana
Para compartir esto con Uds. saque del segundo libro de Ami algo que él les intenta transmitir a través del libro
No es bueno confundir lo imaginario de lo real, sin embargo, cada cual vive en el universo que es capaz de imaginar. Lo que tu alma imagina, lo puedes y debes realizar, con esfuerzo, constancia y fe.
En lugar de creer en un mundo regido por las armas, yo creo en un mundo regido por el amor, y si somos muchos los que soñamos el mismo sueño, es inevitable hacerlo realidad.
Dejemos a los “adultos” con sus burlas, sus armas y sus “imposible”. Nosotros, los NIÑOS DE CORAZÓN, seremos como el abejorro, ese bichito gordo, pesado, no puede volar. “Científicamente comprobado”, pero como desconoce la opinión de los científicos, el muy ignorante va y se lanza imprudentemente a volar ..., y lo hace como la mejor de las abejas ...
Un buen puñado de “abejorros”, y el “niño” no se cae al precipicio.
En fin con él entendí el daño que hay en el mundo y comenzó a nacer mi necesidad por conocer las cosas buenas, y por ellos también llegue a querer hacerme vegetariana
Para compartir esto con Uds. saque del segundo libro de Ami algo que él les intenta transmitir a través del libro
No es bueno confundir lo imaginario de lo real, sin embargo, cada cual vive en el universo que es capaz de imaginar. Lo que tu alma imagina, lo puedes y debes realizar, con esfuerzo, constancia y fe.
En lugar de creer en un mundo regido por las armas, yo creo en un mundo regido por el amor, y si somos muchos los que soñamos el mismo sueño, es inevitable hacerlo realidad.
Dejemos a los “adultos” con sus burlas, sus armas y sus “imposible”. Nosotros, los NIÑOS DE CORAZÓN, seremos como el abejorro, ese bichito gordo, pesado, no puede volar. “Científicamente comprobado”, pero como desconoce la opinión de los científicos, el muy ignorante va y se lanza imprudentemente a volar ..., y lo hace como la mejor de las abejas ...
Un buen puñado de “abejorros”, y el “niño” no se cae al precipicio.